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jueves, 8 de septiembre de 2011

EL METRONOMO DE LA VIDA (I)

El día anterior, fue como un día cualquiera, cuando el vino de trabajar, yo estaba frente al ordenador mirando cosas. Y como solía hacer abría la puerta y me miraba, solo que esta vez estuvo mas tiempo, se adentro incluso un par de pasos. Estuvimos callados, ¿De que hablar?. Y tras eso pues la cena y las horas de después como todas las noches, de forma separada, yo en mi cuarto y mis padres en el salón. Después cuando se fueron a dormir, les oí que estaban hablando en la cama. Esa noche quise irme a dormir pronto, sobre las 23:30 o así me acosté. Pero no podía dormir, así que me volví a levantar, estuve en el ordenador un rato mas, y me volví a acostar, pero tampoco me podía dormir, pese a que tuviera sueño, estaba como inquieto, así que decidí aprovechar y pasar los apuntes sobre arte budista, esa noche estaba pensando bastante en religión, y cuando iba a salir del cuarto, me asuste impactadamente, al mirar una imagen del calendario que tenia junto a la puerta situado a la altura de la cabeza. La imagen era la de una chica de pelo largo y negro, con la cabeza inclinada hacia abajo, mirando fijamente a la cámara, con medio cabello por delante del rostro. Me hizo pensar en la niña de The Ring. Y fue como ver una entidad oscura aterradora delante del calendario, con un aspecto similar al de la mujer del calendario. Realmente me asusto. Duro un segundo, pero me impresiono bastante. Tras pasar los apuntes. Me volví a acostar, pero como las anteriores veces estaba inquieto. Serian las 4:30 de la madrugada. A las 6 de la mañana desistí en mi empeño de dormir, así que me levante y me puse a jugar al ordenador. Sobre las 7:30 de la mañana me dispuse a hacer tareas domesticas, creo que regué las plantas y luego desayune. Pero note algo raro esa mañana, mi padre todas los días se levantaba a las 6:30 para ir al baño, se volvía a costar y luego a las 7:15 o así se levantaba, era madrugador y de acostarse pronto. Y esa mañana siendo ya las 8:00 ni mi padre ni mi madre se habían levantado, de echo cuando esa mañana me levante y pase por delante de su cuarto, tuve la impresión de si se habían muerto, pero respiraban así que me alivie. Y a las 8:00 antes de desayunar, me asome al cuarto y les dije si hoy no iban a trabajar, por si se habían dormido. Mi padre me dijo medio dormido: -Hoy entro mas tarde, Fernando.- Le solía pasar como a mi, que por facilidad, dice una palabra queriendo decir otra, así que no me preocupe. Me fui a desayunar viendo la tele. Mi padre al rato, se levantó y pasó al baño, 15 minutos o así mas tarde, oí a mi padre decir -¡Tere!, ¡Tere! (Mi madre)...-. Ya le grite yo. -¡Dime!-. Mi padre siguió diciendo.-¡Tere!¡Ven!- Y yo pensando en que se habría acabado el papel, tras coger papel de cocina, me fui al baño. Le hable tras la puerta, y me dijo, - ¡Abre!¡Pasa!- Abrí con intimidad la puerta, y me extrañe que no estuviera sobre la taza (la cual estaba con la tapa bajada) y mi la cabeza de mi padre, sobre esta, mirando hacia la puerta, apoyando en mentón. Entonces abrí la puerta del todo, estaba tumbado de lado a lo largo, con los pantalones bajados, y estaba como mareado intentándose levantar. -¿Que te pasa papa?-.-Ayudame a levantarme- Me dijo. Le note que tenia la cara rara. En un primer momento pensé que le había dado una bajada de azúcar o de tensión, era diabético. Le cogí de la mano pero no le respondían las piernas. Así que le intente aupar cogiéndole por la espalda pero no podía Le intente sentar sobre el bidé, se lo dije, pero no podía, era como intentar mover a un bebe mayor. Le apoye sobre mis piernas y empecé a llamar a mi madre que seguía en cama. Tras unos segundos mi madre abrió la puerta, y al ver a mi padre en el suelo a mi intentando levantarle, exclamo -¡Ay Juan por Dios que te pasa!-.-¡Llama a la ambulancia corre!- La dije. Pero mi madre empezó a correr de un lado para otro indecisa de que hacer, solo pudo llamar a mi hermana a que viniese a casa. -¡Llama a una ambulancia!- La volví a gritar. Entonces se puso a echarme una charla de, no me tienes por que gritar, las cosas no se piden así, como si no comprendiera la gravedad de la situación. La volví a gritar que llamase a una ambulancia, tras lo cual, intento atender tonterías simples, como traer un vaso de agua que nadie había pedido. Ya fue cuando la dije y después ordene, -¡Toma estate tu con él!- Y tras vacilar un poco, nos cambiamos el rol. Rápidamente llame al 061, casualmente por el incidente que me ocurrió el día anterior, en el cual tuve un percance por un insulto que me lanzo la comercial del stand de un banco y quise ponerles una reclamación, sabia que el 061 es el numero de las ambulancias (ya que lo confundí con el de la policía).
Me salto el ordenador de bienvenida, con su voz lenta y calmada, informándome que había llamado emergencias y demás, tras lo cual me pidió que esperase para ser atendido. Me empece a poner muy nervioso, mi padre estaba tumbado en el suelo del baño, y un ordenador me estaba diciendo que esperase, mientras sonaba una musiquita. Entonces una mujer, con la misma o mas aun lentitud, que el ordenador, me empezó a atender, yo rápidamente la dije- Por favor envíen una ambulancia a mi dirección, mi padre esta tumbado en el suelo del baño que no se podía mover...-. Entonces la mujer me dijo de forma seca -Le paso con un medico.- Y otra vez la musiquita. Entonces colgué el teléfono, me estaba poniendo muy nervioso. Se que el tiempo es crucial en estos asuntos, quería una ambulancia, no responder preguntas que no fueran cual es mi dirección. Entonces desde el fijo de mi casa llame al 112, le conté lo mismo, por favor envíen una ambulancia mi padre esta en el suelo... Llamaron a la puerta y pensé si seria la ambulancia, pero era demasiado pronto, era mi hermana, y tras abrirla seguí atendiendo el teléfono.

Ahora mismo tengo lagunas de ese momento, estaba muy nervioso, recuerdo estar hablando por los dos teléfonos al mismo tiempo, el fijo y mi móvil, ya que uno me devolvió la llamada tras colgarle. Cada uno me preguntaba cosas diferentes, y yo decirles sin escucharles, -Estoy hablando por dos teléfonos, por favor envíen una ambulancia, a mi dirección, mi padre esta tumbado en el suelo del baño sin poderse mover.- El del fijo, era un joven, recuerdo que pregunto si alguien mas estaba atendiendo mi dirección. La del móvil era una mujer. El joven tras oír que estaba hablando por dos teléfonos, me dijo que colgase el otro. Pero al oír por el móvil, la ambulancia esta de camino, me dirigí al joven y le dije, -lo siento voy a colgarle-. Mi hermana estaba frente al baño.


Tras llamar, rápidamente me vestí, hay que estar preparado para cuando viniese la ambulancia. A mi padre le habían puesto una almohada y estaba apoyado en mi madre, en la misma posición que les deje. Baje a la calle para atender a la ambulancia, justamente el aparcamiento que tenemos delante del portal, estaba en obras, y no se podía entrar por que estaba vallado. A los pocos minutos vi aparecer la ambulancia, que se metió en la calle, rápidamente cruce el aparcamiento que estaba casi vacío y les llame la atención, intente saltar la valla, pero me quede con la pierna colgando, y con señas les dije es ese portal. Mi futuro cuñado, Diego, estaba también en la calle, y tomo la iniciativa de abrir la valla para que pasase la ambulancia. Los enfermeros subieron al piso. Mi padre estaba sobre una manta tumbado, se la habrían puesto mi hermana y mi madre. Yo rápidamente quite objetos y móvil el sofá para que pudieran llevárselo cómodamente. Los médicos le empezaron a hacer preguntas para saber si estaba consciente. Decidieron moverle al salón, y justo sobre el suelo donde estaba el sofá que moví, le atendieron. Le rompieron la camisa y le empezaron a poner los cacharros. Yo estaba esperando. Le preguntaron en que año estábamos y respondió en 1963 (aunque mi hermana dice que respondió 1968), tenia una expresión feliz.

Mientras le hacían el chequeo y le atendían, el portero de la finca y el portero vecino (que es amigo de la familia), estaban delante de la puerta, lo cual me pareció de mal gusto la verdad. Al final lo bajaron a la ambulancia y se lo llevaron. Mi madre, mi hermana y yo, les seguiríamos en el coche de Diego. Antes de bajar llame a mi hermano, que se encontraba camino a Valencia, es camionero, y le dije que en cuanto pudiese se volviese a Madrid que a papa se lo habían llevado al hospital. Justo a la hora de irnos, a mi hermana le entraron arcadas. Baje a la calle, Diego fue a buscar su coche, al rato volví a subir al piso por si mi hermana estaba bien, estaba tardando en bajar. Ya abajo todos, la ambulancia se había ido, cruzamos el aparcamiento, y esperamos a que Diego viniese. Como no, en estos casos siempre hay un gilipollas de turno, siempre, el gilipollas de turno, con su frase estúpida de turno. Y es que un señor de unos 55 años, que estaba esperando para cruzar, al ver aparecer tan precipitadamente el coche del novio de mi hermana, grito -¡A ver si tenemos mas cuidado animal!- o algo así, como queriendo aportar su granito de arena por la justicia de este mundo que en otros tiempos fue mejor y que le juventud actual va desmoronando. Siguió farfullando un poco mas mientras nos subíamos al coche, y mi hermana le dijo que se callase que íbamos a urgencias.

Llegamos al hospital, estábamos muy preocupados por el estado de papa, se lo llevaron a hacerle un escáner para ver como estaba, mientras esperábamos mi madre no era un consuelo, por que solo decía cosas desagradables y que es mejor no oír en esos momentos. La tuve que mandar a callar y se puso a debatirme mientras yo la decía que se callase. Le rece mucho a la Señora. Salio un medico que nos estuvo explicando lo que le estaban haciendo y lo que le ocurría a mi padre. Al parecer había sufrido un infarto cerebral, que viene a ser que un coagulo de sangre le había taponado una arteria y no permitía circular la sangre hasta un lado del cerebro o bien que una arteria se debilita hasta dejar de funcionar lo cual hace que no le llegue sangre al cerebro. Luego el medico nos hizo preguntas sobre mi padre: Si conducía, si tenia mascota, si su madre seguía viva, si fumaba, si bebía...etc. A estas dos ultimas mi madre respondió que no, cuando mi padre bebe de vez en cuando y toma cerveza, y de toda la vida fuma puros (que según mi madre lo lleva haciendo desde hace 4 años). Realmente me estaba poniendo nervioso, mi madre se piensa que por mentir y decir cosas "bonitas" las cosas van a ir mejor, como cuando llegaron los enfermeros a mi casa y mi madre solo les hacia la pelota, casi olvidándose del estado de mi padre.

Nos volvieron a dejar solos esperando y al cabo de un rato, el medico nos dijo que dentro de lo que cabía todo iba bien, que estaba consciente y que le iban a tratar con un medicamento que intentaría disolver el coagulo y tal, luego se lo explicarían a mi padre y le pedirían permiso a el para hacerlo. Después de todo esto nos dijeron que esperásemos en urgencias en la unidad de Ictus. Una vez allí estuvimos esperando, nos volvieron a explicar con mas calma lo ocurrido y bueno nos dijeron que si queríamos y consentíamos aplicarle a mi padre un medicamento que tiene que ser aplicado como "prueba" pese a que se conozca que realmente es beneficioso, esto quiere decir que o bien se le da el medicamento o bien se le da un placebo, lo cual no sabremos nunca para evitar sugestiones de mejoría o empeoramiento y así poder analizar su estudio. Nada había que perder así que aceptamos.

Pasamos brevemente a verle, estaba muy asustado, pensaba que se iba a morir. A su padre le ocurrió algo similar y creía que le iba a suceder a el igual. Fue una visita breve que hasta las 12:30 no podría volver a repetirse. Salí a darme una vuelta por los alrededores, todo había pasado muy de repente y muy deprisa, el mundo se había zarandeado y todo estaba descolocado. Me di cuenta de lo solo que estaba, mi hermano tenia a su mujer, mi hermana a su futuro marido, y mi madre esta con mi padre, ¿y yo sin embargo a quien acudiría?. Pensé en Jaime y en Rex, ¿pero a cuento de que mi reaparición?. Llame a mi amigo Dani, pero no me lo cogía (estaría trabajando) no sabia a quien mas acudir para consolarme un poco, estaba allí en ese parquecillo sentado en un banco de granito llorando, pensando en todo lo que había pasado y en como iba a ser a partir de ahora. Uno se piensa que tiene tiempo, que mas tarde se hará, se espera a la calma o el momento oportuno, pero el tiempo... No obedece alguna ley.

Pensé en todo este tiempo que he estado apartado de mi familia, en que este verano alas cosas han ido mejor, que ya no podre irme a Alemania a vivir al finalizar la FP que tendría que estar aquí, en que tendría que ponerme a trabajar, ya que mi padre estaba claro que no podría volver a trabajar, que se había pasado el 14 años o así trabajando en la parcela que tenemos, para irse a vivir allí en el campo nada mas jubilarse, y ahora todo estaba truncado, por suerte todo estaba hecho ya. También en que hay que aprovechar el tiempo, que solo tenemos esta vida y actuamos como si para la próxima vez que tuviéramos que vivir, lo haríamos mejor o pediríamos disculpas, y que yo sepa, a ciencia cierta, solo tenemos esta.

Al volver a ver a mi padre, estaba ya mucho mejor, mas tranquilo, con mas movilidad. Incluso forzándose a mover el brazo como para que le dieran el alta cuanto antes e irse a casa pronto. Me quede mas tranquilo. La cosa no era tan grave ademas, le había pasado una cosa fuerte, pero dentro de lo fuerte, lo mas leve, y no todo estaba perdido. Mas tranquilamente fuimos a comer al MacDonals, yo me fui a casa a dormir, llevaba desde las 19:00 del día anterior sin haber pegado ojo, a la siguiente hora de la visita (las 18:00) volvería.

Cuando vine a casa estuve recogiendo, coloque las cosas en su sitio, el sofá sobre el sitio donde había estado mi padre atendido por los médicos, recogí el desayuno de esa mañana, las migas de pan sobre la mesa. Me dio la sensación de que el tiempo se había parado, en la cocina estaba la comida que mi padre se habría llevado al trabajo, en su cuarto estaba la ropa que tras salir del baño se habría puesto, y en la cama alborotada la manta y la almohada donde había estado hasta que llegaron los médicos. Mas tarde me encontré la camiseta andrajosa que habían roto los médicos para hacerle el chequeo, anda que no habíamos tenido camisetas o tiempo para comprarse otra. Después me fui a dormir, pero me costo bastante, al final no pude y ya cuando estaba medio echado, mi hermano se vino también a casa a echarse la siesta. Mi hermano y mi madre tremendista, ya lo estaban enterrando en vida, y ya fue cuando tuve yo que aclarar las cosas y decir que papa estaba lesionado no enfermo.

En fin las cosas han ido a mejor, fue el gran susto del principio, pero en los días siguientes, fue hiendo a mejor. Al siguiente día ya se estaba intentando bajar de la camilla, y bueno hoy Domingo, al parecer ya movía el dedo del lado derecho. Es como en la película de Kill Bill cuando Umma Thurman...




Ya pasó lo peor. Ahora solo hay que despertar a los pequeños.

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