RECUERDOS

Al final este lunes me decidí y he pasado un día en la parcela. Necesitaba desconectar de internet y de toda su información. La verdad que me vino muy bien. Pensaba que me iba a aclarar las ideas y demás, pero ha sido todo lo contrario.

Mi padre nos llevo en coche y volví a recorrer el camino de ida que tantas veces había hecho y que deje de transitar tajantemente. Todo me volvía a la cabeza, pero de forma diferente. No diferente en plan todo ha cambiado, si no todo ha mutado, es como recordar el jarrón marrón de tu abuela, y encontrártelo verde.
Al llegar al campo, la parcela que me parecía enorme ahora me parecía bastante estrecho y estaba bastante cambiado, y me sorprendía mucho ir encontrando cosas que hace tiempo abandone allí o que directamente había olvidado.

Fui el lunes y volví el miércoles. Pues entre el martes y el miércoles, preparé el sitio donde enterrar simbólicamente a mi Sambi, que era en un sitio entre el pie de un almendro y la pared de un parterre de ladrillo que diseñe en los tiempos en los que mi vida se vivía entre Madrid y la parcela, y del que mi madre consiguió hacerse con él y como no. destrozarlo, mas de una vez me han dado gana de quitar esa flora asilvestrada y moldearlo a como tenía que ser, porque mi madre es de ese tipo de gente, que quiere tener o estar presente en todo y luego no se hace cargo. Jode muchísimo ver como trabajas en algo en lo que pones ilusión y empeño, y una persona totalmente negada, se apropia de ello, lo destroza para luego abandonarlo, y entonces es cuando otra vez lo vuelves a retomar y lo arreglas, y otra vez vuelven a despojarte para apropiarse de ello <- esta es mi convivencia con mi madre.
Intente hacerlo con mucho disimulo, no quería que un momento tan importante, como es el adiós a un ser querido, me lo destrozasen mis padres con su falta de comprensión y tacto. Excave un hoyito, esparcí ajo en polvo a modo de repelente o "desinfectante", y solía hacer con los canarios, pollitos y otros tantos animales al enterarlos, coloque una base de cuatro hojas de madreselva (que bordean la mitad la parcela, la otra mitad es arizonica) dispuestas en forma de "rueda, esparcí mas ajo, coloque la cajita con sus restos "simbólicos" (recordemos que mi padre entrego el cuerpo mortal de mi perro al veterinario y pago por deshacerse de él), coloque otra base de hojas, esparcí mas ajo y termine por enterrarlo. Volví otra vez a esparcir mas ajo. Luego busque tres piedras (una de 20cm de diámetro, como de hormigón, con forma de octógono; otra roca más pequeña plana y otra más pequeña y redonda) a modo de túmulo funerario y lo rodee de piedras, por si mi madre destrozaba el túmulo, tener más probabilidades de tener señalizado el sitio. Luego encendí tres baritas de incienso que coloque en triangulación, e interiormente rece a Amida, y dije:-Sambo, nos encontraremos en este mundo o en otro-, después me quede allí, viendo como se consumía el incienso. La verdad que más raro se me hacía, era su ausencia, el perro siempre andaba trasteando e incordiando jeje. Un pollito negro me hacia compañía, estaba escarbando en el otro lado del almendro, de forma simpática, tranquilito, piando simpáticamente, sin prisas, como pasando el ratillo. Me jodió mucho el hecho de no poder haber rezado a voz, de no poder haber tenido más intimidad y sobre todo respeto, y tenerlo que hacerlo a escondidas. No me extrañaría nada que mi madre un día de estos escarbase en la tierra, sacase la cajita, y la forzase hasta abrirla.

Creía que pasar allí un par de días, lejos de internet y de toda la peña, me iba a despejar dudas y ralladas, pero creo que las han aumentado. Lo que sí que me ha aclarado es que Danielo sigue siendo gran parte de mi corazón. Tengo ganas de volver a hablar con él. Fue un gran tiempo el que pase con él. Me pregunto que estará haciendo, si también me echara de menos...

El día 1 tengo el examen de lengua, y os creéis que he estudiado algo.